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  • Foto del escritorJesid A. Díaz

El Fracaso del Imperio: Otra Respuesta a DASC

Actualizado: 27 mar 2021

Inicio esta respuesta ofreciendo una cortés disculpa por la tardanza. He estado envuelto en proyectos de ocupación casi avasalladora, por lo que mi tiempo libre se redujo casi completamente a cero. Dicho esto, por fin tengo un espacio disponible, así que podré seguir con la amistosa discusión con DASM sobre el molinismo.


I. Molina y Suárez.

DASC resume su posición en tres partes:


1. Dios concibe en su mente las verdades de los contrafactuales.
2. Dios conoce y agota en su entendimiento infinito lo que significa o implica cada una de las constituciones ontológicas de los seres que imagina.
3. Al hacer esto, Dios tiene la capacidad de concebir sin determinar arbitrariamente qué es lo que haría libremente cada esencia en cualquier conjunto de circunstancias posibles.

Lo que sigue, sin embargo, es bastante desconcertante. Dice que su posición es bastante plausible, y continúa:


“De esto se abre una puerta a la posibilidad de que no es lógicamente imposible para Dios conocer la verdad de los contrafactuales sin tener que asignarles un valor de verdad arbitrario… Por lo cual, la llamada objeción ontológica pierde fuerza, pues, la razón de esta objeción es que el valor veritativo del contrafactual dependería de Dios arbitrariamente cuando realmente no es el caso, pues, Dios en su mente concibe a las esencias que podría crear y es capaz de imaginarlas haciendo lo que harían libremente en cualquier circunstancia, dejando así, a la esencia misma ser la que determine el valor de verdad”.

Ahora bien, creo que esto, por sí solo, es una obvia petición de principio. Al releer cerca de tres veces este fragmento abiertamente consternado, lo único que parece decir es, en efecto, algo como “mi posición es plausible, por lo que la Objeción Ontológica pierde fuerza”. Pido disculpas al lector si la incredulidad es lo que más tiñe mis palabras. Como tal, claramente negaría que esa posición sea inicialmente plausible y debería ser obvio por qué.

Por supuesto, esta no es toda la historia. Sería lamentable si así fuera, porque la discusión acabaría con un suspiro de lamento. DASC intenta responder a mis respuestas a sus argumentos. Si tiene éxito, entonces la Objeción Ontológica pierde. Si no, entonces sigue invicta. Sostendré que la Objeción Ontológica sigue invicta.


Mencioné que el conocimiento medio, para ser providencialmente útil, debe ser lógicamente previo al decreto creativo. DASC concede esto, no sin antes decir:


Es verdad, si uno afirma que ese conocimiento viene luego del DC, entonces, se sigue que el conocimiento medio es inútil, pues, los contrafactuales no son verdad lo suficientemente pronto para que Dios los considere en su DC, sin embargo, como dije hace unos cuantos renglones ¿la posibilidad de que Dios conozca esto luego de su DC anula al conocimiento medio? No, de ninguna manera, a menos que yo acepte esto como verdad, entonces, ahí si anulara al molinismo ¿pero que razones ha dado J para aceptar esto? Solo se limito a señalar que una alternativa al conocimiento medio sería poner este conocimiento luego del DC y nada más. Pero, no ha dicho nada por lo cual debamos pensar que el conocimiento medio es imposible, al menos, de la forma en la que acabo de señalar.

Pero el punto no era que la posibilidad de que Dios conozca lógicamente luego del DC implicaba una imposibilidad al molinismo. Simplemente que su formulación tradicional, y su atractivo más general (la supuesta reconciliación entre el libre albedrío y la soberanía de Dios) se pierde para siempre. De hecho, si afirmamos que la utilidad providencial es un requisito necesario para que funcione el molinismo, entonces se sigue que si el conocimiento medio viene después del DC, el molinismo es falso porque no hay utilidad providencial. Esto fue todo lo que afirmé en ese momento, y las implicaciones implícitas son fuertes.


Luego de esto, pasa a considerar otra de mis respuestas a él. Una de mis objeciones fue sobre cómo es posible un conocimiento de criaturas inexistentes. Él responde diciendo:


La respuesta es afirmativa, ahora, hay que entender cuando J dice “¿Cómo eso es un conocimiento lógicamente posible?” lo que él está diciendo es que si yo dijera que conozco a una C y esa C no existe ¿cómo esto no incurre en un absurdo? Y para ello debemos hacer la distinción entre creatura y Creador. Nosotros los seres humanos debemos de lidiar con demasiados problemas epistemológicos, es decir, de cómo llegamos a saber que algo es verdad. Si yo dijera que unicornio tiene las propiedades A, B y C, la siguiente pregunta es ¿cómo lo sabes? Y todavía sería peor y se antemano sabemos que un unicornio no existe, pues, bajo ningún método podría acceder a lo que “es” o la ontología de un unicornio. Esto es un problema, muy seguramente, de todos los seres creados, ya que no soy creador y mi imaginación no puede dictar la realidad. En el caso de Dios esto no sería así ¿por qué? Regresemos al ejemplo del unicornio y los problemas epistemológicos de los seres creados, ya vimos que, si el unicornio carece de ontología, entonces, yo no puedo acceder a conocer esa ontología ¿qué tal con Dios? En el caso de Dios, Él es el que decide arbitrariamente la ontología del unicornio, Él agota en su mente lo que serían las propiedades A, B y C y si Dios imagina lo que sería un unicornio con las propiedades A, B y C, entonces, esa sería la ontología del unicornio si es que Dios lo crease, por lo tanto, Dios antes de crearlo ya ha agotado la esencia del unicornio, pues, Dios es el arquitecto de la ontología de los seres, por lo cual, lo que Dios imaginase de nosotros eso es lo que seríamos nosotros. Ahora, aplicando esto a los CLC, Dios nos ha dotado de la propiedad o atributo de voluntad, por lo cual, Dios en su mente imagina lo que algo con ese atributo es y también que haría dicha esencia si tuviera el atributo de voluntad, entonces, Dios en su mente y lógicamente anterior a su DC ha comprehendido la verdad de los CLC. Fíjese muy bien que todos aceptamos esto ¿por qué digo esto? Piense conmigo en el conocimiento natural ¿cómo Dios sabe que es lógicamente posible que yo escriba o no escriba una replica a J si antes no sabe qué tipo de esencia soy? Parece ser que Dios ya conoce mi esencia y, por lo cual, sabe cuales son todas mis posibilidades lógicas ¿por qué motivo una hoja de papel no puede tomar decisiones? Eso se debe a que su esencia no se lo permite, y Dios sabe esto en su conocimiento natural, sería lo mismo para los CLC en su conocimiento medio. Si todo esto es verdad, no veo ninguna imposibilidad para Dios de conocer esto en su conocimiento medio.

La respuesta consiste en la distinción entre Creador y Criatura. Nosotros como criaturas no podemos conocer, está bien, pero ¡Dios sí! No obstante, esto pierde el aspecto más central del problema: ¿Es posible o no que propiedades inexistentes de criaturas inexistentes sean conocidas? Si no es posible, entonces la distinción entre Creador y Criatura es irrelevante, y de hecho, se convierte en una invitación abierta a imaginar que Dios puede conocer (y, por qué no, hacer) cosas metafísicamente imposibles “porque Él es Dios Creador”. Si es posible, entonces no hay problema para que una entidad cognitivamente máxima las conozca. Pero los problemas epistemológicos cruciales no son meramente reflejo de nuestra ignorancia humana; es una ignorancia mucho más fundamental, una que nadie, ni siquiera Dios, puede superar tanto como Dios no podría conocer la verdad de una contradicción (¡porque no hay tal cosa!). Cuando se dice que Dios puede conocerlo porque Dios nos ha dotado con voluntad, no se sigue necesariamente que Dios conozca infaliblemente, como lo requiere el conocimiento divino para contar como omnisciencia, lo que P haría en cualquier circunstancia en la que estuviera. La razón es que en un esquema libertario, no hay un hecho definitivo sobre lo que P haría libremente, si es que queremos conservar la esencia del libertarianismo mismo (más sobre esto adelante). Entonces, aunque Dios nos haya otorgado voluntad, no se sigue que pueda conocer exactamente qué habríamos hecho con esa libertad de forma infalible en todos los escenarios posibles. La referencia al conocimiento natural es colorida, pero no la acepto por la razón que DASC parece pensar que “todos aceptamos”. Lo explicaré brevemente: siendo "ApB" = B depende causalmente de A, entonces si una acción libre humana A es la que hace la verdad para p y X conoce p, entonces el saber p de X depende casualmente de A (es decir, si A = p y X conoce P[XkP] entonces A⇒X). Esto, evidentemente, no se puede aplicar a los contrafácticos de libertad criatural. De hecho, la verdad de una verdadera proposición p está basada en la existencia de su creador de la verdad, A. Si A no hubiera existido, entonces p no habría sido verdad. De la misma manera, la verdadera creencia de Dios puede ser contrafactualmente basada en la existencia de ese mismo hacedor de la verdad. Si el hacedor de la verdad no hubiera existido, Dios no habría creído la proposición en cuestión, porque en ese caso la proposición habría sido falsa. Y de esto no se deduce que Dios conozca algo que antes no conocía, incluyendo las acciones libres de sus criaturas. El estado epistémico modal del conocimiento natural y el conocimiento medio no son simétricos.


He respondido a los puntos de DASC, y los he encontrado deficientes.


II. Semántica Lewis-Stalnaker.

Bueno, el punto fundamental de ambas réplicas que DASC hace aquí tiene que ver con la sugerencia de que he confundido (y no solo yo, sino Hunt, Adams, Hasker y otros) la base semántica contrafáctica con la base metafísica. Lo cierto es que soy perfectamente consciente de que Lewis-Stalnaker puede verse principalmente como una base semántica, y en realidad los puntos que hago aquí no son estrictamente metafísicos. No obstante, puedo aceptar que mi redacción anterior pudo dar a entender esto. Si he tenido parte de la culpa en esta confusión, lo lamento. El “qué hace” no siempre se refiere a una base metafísica, y este es uno de esos casos. Creo que el molinismo es metafísicamente imposible, y eso es una implicación de los argumentos posteriores, no necesariamente de Lewis-Stalnaker. Dicho esto, en realidad no es claro cuál es la solución al pensar en Lewis-Stalnaker como una base semántica. Después de todo, seguiría siendo cierto que el molinismo tiene una base semántica inadecuada… ¡Por lo que (si los otros argumentos son plausibles) tendría tanto problemas metafísicos como semánticos! Lo importante aquí es que DASC se dirigió a este punto pensando que era una especie de argumentos con implicaciones metafísicas. Aclarado que esto es una confusión, en realidad no dijo por qué Lewis-Stalnaker era semánticamente apropiado para el molinismo. Entonces, sus puntos de réplica no son efectivos tampoco en esta segunda sección.



III. Problemas prácticos.


DASC me concede el punto. Esta vez, conscientemente. Nos refiere a Laing para una posible respuesta, y aunque creo que Laing está equivocado no parece exactamente crucial abordar sus comentarios en la presente discusión.


IV. Problemas teóricos

Sobre el primer argumento, obviaré los detalles por motivos prácticos. Creo que lo que he dicho antes y ahora ilustran por qué pienso que DASC está equivocado. Lo que parece el punto central de su respuesta al Problema de la Libertad en su primera versión parece estar condensado aquí:


Ahora, independientemente de lo que Jesid haya escogido en el mundo real, se sigue que todavía hay un mundo posible no real mas cercano al mundo real, por lo cual, es lógicamente imposible postular epistemológicamente la existencia de dos mundos posibles que tengan la misma cercanía al mundo real. Ya que al ver que en el mundo real Jesid escoge aceptar o no, siguiendo la semántica L-S, la explicación de esto es que M o M* es más cercano al mundo real.

DASC intenta extraer una imposibilidad epistemológica que favorezca al molinismo. Lamentablemente, no está claro cuál es el problema. La existencia de un mundo posible M donde se decida aceptar el empleo no es suficiente para excluir que hay otro M donde se rechace el empleo. ¿Qué quedaría, entonces, para la libertad? Si se niega que hayan “dos mundos posibles” donde se rechaza y se acepta, entonces se niega que el agente pueda rechazar o aceptar, dejando solo una alternativa. Haríamos bien en recordar que los mundos posibles son un dispositivo heurístico para transmitir nociones modales primitivas. Negar que hay mundos posibles donde Jesid acepta y otros donde no acepta, incluso teniendo toda la historia pasada del mundo igual, es negar que Jesid pueda tener opciones sobre esto, anulando el libre albedrío. De esto se extrae que, si es cierto que hay tal “imposibilidad epistemológica”, el molinismo se reduce al absurdo igualmente al implicar la falsedad del libertarianismo.


Él sigue insistiendo en que “las verdades de estos mundos no hacen peligrar la libertad de Jesid, pues, como mencione hace unos cuantos renglones que, bajo el principio del tercero excluido, en el mundo real Jesid tiene que escoger o no aceptar el trabajo, luego de que Jesid haya tomado una decisión ahora sabremos si el mundo M o M* es mas cercano al mundo real”. Pero esto es inconsistente con la negación heurística de la posibilidad de abstenerme o no, implicación que extraje en el párrafo anterior. Pero además, el uso de la Ley del Tercio Excluido no parece completamente legítima. Obtener la contradicción de una proposición condicional no es suficiente para negar el consecuente; hay que negar todo el condicional. Y de hecho, esto es justamente lo que hace


  • (A**) Si le ofrecieran el puesto a Jesid, podría aceptarlo y no aceptarlo.


Como lo veo, (A**) es compatible con la libertad de Jesid, contrario a (A) y (A*). Y finalmente, he señalado otra reducción al absurdo en la misma respuesta de DASC en este punto.


· Segundo Problema de la Libertad: William Hasker

Para mi continua felicidad, DASC parece conceder todo hasta la premisa 7. Insisto que al hacer esto ha permitido el éxito del argumento. Dije que un hecho hace parte de la historia del mundo si ha tenido consecuencias causales antes de la época actual. DASC replica:

Bueno, creo que esta declaración está equivocada, J dijo que quería establecer una condición suficiente para considerar un hecho como parte de la historia causal del mundo, pero el ha dicho en su declaración que un hecho es parte de la historia del mundo, no de la historia causal, sino de la historia del mundo. Creo, sinceramente, que es distinto hablar de la historia causal a historia del mundo, aunque la historia causal forma parte de la historia del mundo, la historia del mundo no se reduce a historia causal, sino que hay otra categoría de historia que forma parte de la historia del mundo, pero no es causal, por ejemplo, todas las cosas que son causadas, es decir, los efectos de la historia causal del mundo que no son causas.


Pero la aclaración no es relevante para el argumento. Como tal, no se niega que hayan hechos no causales de la historia; simplemente esos hechos no están en la mira para este argumento. Ahora bien, el punto mínimo buscado es que según (BA), si el agente debe provocar la verdad de un contrafáctico (C → X), no debe ser el caso que (H ⇒ (C → X)). Es decir, el contrafactual no debe estar implicado en la historia pasada del mundo Los hechos que tienen tales consecuencias están, por así decirlo, incrustados en el pasado del mundo, como parte de los procesos causales que conducen al presente. Si asumimos, como creo que debemos hacerlo, que el pasado es inalterable, entonces está fuera de toda duda suponer que esos procesos causales podrían ahora ser diferentes de cualquier manera. Los hechos que se han convertido así en parte de la historia del mundo no "flotan libres" de los objetos y acontecimientos concretos del pasado del mundo.


Luego, DASC me cita diciendo: “Ahora, desde la perspectiva Molinista la presciencia divina no tiene tales consecuencias causales. Pero el conocimiento medio divino, a diferencia de la mera presciencia, no es causalmente impotente”. Y dice:


creo que aquí J ha cometido un error porque el conocimiento medio en sí mismo no es causal como lo seria el decreto creativo de Dios, el cual en sí mismo si es causal, el conocimiento medio no es causal solo es informativo, Dios no está obligado a tomarlo en cuenta, es decir, Dios bien podría no tomar en cuenta el conocimiento medio para basar su decisión creativa, el conocimiento medio no causa ni habilita decisión creativa de Dios, a menos de que “causal” tenga una connotación de la cual no estoy enterado, no es correcto decir que el conocimiento medio es causal.

La confusión aquí es que no se implica de nada de lo que he dicho que el conocimiento medio sea causal “como lo sería” el decreto creativo. Más bien, la idea es que Dios usa su conocimiento medio para elegir qué mundo actualizar. Esto es todo lo que dije antes, y eso es simplemente lo que afirma el molinismo. De hecho, solo unas líneas más adelante concede mi punto explícitamente al decir “Ahora, esto [que Dios usa providencialmente su conocimiento] que acaba de decir J es verdad, el conocimiento medio, por la voluntad de Dios, se ha convertido en un hecho causal…,”. Aclarada esa confusión, entonces podemos avanzar.


El quid final de la objeción de DASC es:


Aquí J ha cometido un error, para ello muy a explicar lo que "H implica C → X" significa, cuando nosotros decimos que la historia del mundo implica la verdad de los CLC, estamos diciendo que no es el agente quien decide llevar a cabo o no el consecuente del contrafactual sino que la historia del mundo ha provocado tanto el antecedente como el consecuente dejando o ignorando o eliminando la voluntad del agente, esto no es lo que el molinismo propone, es verdad que el conocimiento medio ha influencia la decisión de Dios y nótese que J ya está asumiendo la verdad de los contrafactuales, es decir, para tener conocimiento medio primero debes aceptar que los agentes son los que provocan la verdad de los CLC y Dios tiene la capacidad de conocer esas verdades antes de su DC, primero son verdad los contrafactuales, luego, Dios los considera, luego, Dios los actualiza. Luego, basada en este verdad asumida, J ha visto que estas verdades del conocimiento medio en este caso, aunque si pertenecen a la historia del mundo causal, pues, han tenido alguna causa en la decisión de Dios, es falso y ambiguo decir que "H implica C → X", pues, no es H no lo que hace verdad un CLC sino la voluntad del agente, fíjese que han surgido dos interpretaciones de "H implica C → X", la primera es la versión determinista donde H anula la capacidad de escoger de un agente y es H lo que provoca X y, por lo tanto, Y, siguiendo el ejemplo de BA, pero también puedo entender "H implica C → X" donde H incluye la verdad de los CLC provocada por los agentes libertarios, es decir, mi libertad libertaria forma parte de la historia causal, aquí es donde tal vez alguien diga ¿cómo tu libertad libertaria puede ser causal si no existes? Y yo le diría que no es necesario, pues, Dios en su conocimiento medio ha conocido mis libres acciones y si ya estamos asumiendo para el caso del argumento que Dios puede conocer mis libres acciones, y, si mis acciones forman parte del conocimiento medio, y, si el conocimiento medio es relevantemente causal para Dios y su decisión creativa, por lógica, mi libertad libertariana conocida por Dios, es relevantemente causal para la decisión de Dios, y, ¡oh, sorpresa! Se ha desactivado la fuerza del argumento, pues, H no es algo que no dependa de mí, al contrario, en H está mi libertad libertariana, están contenidas mis acciones que han hecho verdad a los CLC que Dios ya ha considerado en su DC (decreto creativo), entonces, bajo esta interpretación que es la correcta, ya no hay objeción al molinismo.

A riesgo de aburrir al lector, creo que, nuevamente, esto se basa en confusiones. Así que permítanme aclarar generalmente lo que hace el argumento: El argumento, como uno del estilo reductio, lo que hace en realidad es tomar algunas afirmaciones molinistas, combinarlas con otras proposiciones que parecen ser evidentemente verdaderas, y de esa combinación derivar una inconsistencia. Esto significa, por supuesto, que el molinista puede defender su punto de vista impugnando las proposiciones adicionales que se han añadido a las derivadas de afirmaciones explícitas del molinismo. Ahora, el hecho franco es que DASC ha aceptado que los contrafactuales están implicados en la historia causal pasada del mundo (él se resiste a esto por una confusión que ya aclaré, pero concede lo mismo que dije en otras palabras, como ya he mostrado). Por tanto, H implica C → X. ¿Cómo es que eso no es transparentemente válido?


De cualquier manera, DASC intenta evitar esto señalando que, si bien los contrafácticos están implicados en la historia pasada del mundo, eso quiere decir que la libertad del agente involucrada en los contrafácticos también está implicada en la historia pasada del mundo. Y así, según sus palabras, “¡oh, sorpresa! Se ha desactivado la fuerza del argumento”. Lamentablemente, el encanto de esta sorpresa puede no ser más que una ilusión. En mi artículo original dije esto:


según (BA), si el agente debe provocar la verdad de un contrafáctico (C → X), no debe ser el caso que (H ⇒ (C → X)). Es decir, el contrafactual no debe estar implicado en la historia pasada del mundo.

Pero DASC no ha presentado ninguna objeción contra (BA), y en realidad, parece aceptarlo por lo que el argumento sigue lógicamente. Como tal, si (BA) es cierto, entonces para que un agente implique la verdad de un contrafáctico no debe ser el caso que dicho contrafáctico esté implicado en la historia pasada del mundo. Sospecho que DASC no se ha dado cuenta de esto porque no entiende la noción de “poder” involucrada en el argumento. El “poder” aquí se refiere a la atribución a A del poder de hacer que sea el caso que X en las circunstancias que realmente se dan, las circunstancias en las que, por hipótesis, A se abstiene de hacer que sea el caso que X. Por supuesto que hay otros sentidos de "poder", pero este es el sentido que es relevante para el libre albedrío libertario. Hasker escribió esto en God, Time & Knowledge:


El poder en cuestión es el poder de realizar un acto en determinadas circunstancias [totales], y no un poder generalizado de realizar actos de cierto tipo. . . . En general, si N tiene el poder en T de realizar A, entonces no hay nada en las circunstancias que se dan en T que impida o impida a N realizar A. Aquí "impedir" se aplica especialmente a las circunstancias que son causales incompatible con el desempeño de N en A en T, e "impide" a las circunstancias que son lógicamente incompatibles con que A lo haga (p. 67).

Entonces, el punto no es que la libertad del agente sea “llevada” por los contrafácticos implicados en la historia pasada del mundo, sino que no es posible que sea el caso y que el agente libre sea la fuente de dicho contrafactual mientras que es libre. Esto es lo que demuestra (BA), y simplemente no se ha ofrecido ninguna razón en su contra.


Entiendo que el lector no familiarizado con la jerga filosófica pueda sentirse un poco mareado en este momento. Mis sinceras disculpas. Lamentablemente (¿o no?), el debate contemporáneo del molinismo se ha vuelto insufriblemente técnico. Pero hay un punto que he defendido, uno crucial, que establece finalmente la solidez de este argumento haskeriano. Y es este, enunciado naturalmente: Los hechos que forman parte de la historia del mundo (como los contrafactuales) están, por así decirlo, "incrustados" en el pasado del mundo, como parte de los procesos causales que conducen al presente. Pero si asumimos, como creo que debemos hacer, que el pasado es inalterable, entonces es imposible suponer que esos procesos causales puedan ser ahora diferentes de alguna manera. De esto se deduce que un agente libre no puede hacer lo contrario a lo que diría un contrafactual verdadero, lo que socava la libertad que busca defender. Y así, el molinismo se reduce al absurdo a sí mismo. Lo cierto es que DASC ha concedido todos los ingredientes de su propia destrucción, y los ha aceptado para luego rechazar ilegítimamente una implicación natural de los pasos anteriores. Debido a esto, su réplica fracasa. El Problema de la Libertad permanece invicto.



V. Conclusiones.

No hay ningún comentario sobre la Grounding Objetion, ni sobre los problemas prácticos que he mencionado, ni sobre el nuevo argumento antimolinista que añadí en mi respuesta anterior, ni sobre el Argumento de Circularidad. Creo que este silencio es elocuente. Probablemente este sea mi último artículo sobre la discusión del molinismo sostenida con mi querido amigo DASC. Si hay comentarios adicionales de su parte y no hay respuesta de la mía, el lector debe asumir que no creo tener nada más para añadir debido a que sus puntos son debidamente abordados en alguna de mis respuestas anteriores. Sin más que añadir, no me queda más que agradecer y finalizar diciendo que el molinismo, tan atractivo como pueda ser, adolece de problemas graves. DASC ha intentado responder a ellos, y creo haber mostrado lo que creo son los errores principales de sus respuestas. Si lo último que vimos fue el “Contraataque del Imperio”, entonces hay una mala noticia: El Imperio ha fracasado.



Con esperanza,

J.



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