Entonces, ¡aquí estamos de vuelta! Decidí desempolvar un poco mi biblioteca y quitar un poco las telarañas en mis neuronas sobre estos temas porque creo que vale la pena. La razón es simple: Desde la última vez que “mi equipo” respondió a los tomistas el propio tomismo ha cambiado. No el sistema filosófico, sino los tomistas. Es normal; el héroe intelectual ya no es Edward Feser. Ahora es Cornelio Fabro. Pero las palabras de Antony Kenny siguen pareciendo ciertas, en las que comentó una vez que, en la doctrina de Dios de Aquino, tenemos una combinación de "metáforas vívidas pero inaplicables, y fórmulas abstractas pero mal formadas".
Sigue leyendo en:
Y la de salir del closet ¿Te la sabes?